Entendiendo que el cambio comienza por uno mismo, los alumnos de sexto van a inciar una serie de proyectos (en una entrada reciente explicábamos en qué consistían).
Entre los proyectos personales, decididos por ellos mismos, han surgido dos mediadores para ayudar a solucionar los conflictos del resto de alumnos. Otros dos alumnos intentarán canalizar su rabia en momentos de enfado utilizando la "bolita del enfado" (una simple pelota que amasarán y estrujarán hasta calmarse). Dos de ellos han decidido compensar con algún caramelo o golosina, a aquellos a los que puedan llegar a faltar al respeto en algún momento.
Otro proyecto para no faltar al respeto a nadie se basa en la antigua técnica de "contar hasta diez", pero haciéndolo visible, es decir, mostrar con los dedos que está contando para de ese modo pedir al resto que no hablen con ella mientras cuenta.
Al mismo tiempo haremos una urna para introducir en ella todas aquellas cosas que les molesta o consideran faltas de respeto por parte de alguno de los alumnos de clase y posteriormente leerlas y proponer soluciones.
El último proyecto, en el que participarán el segundo y tercer ciclo, es establecer un calendario de juegos comunitarios para que una vez a la semana, todos jueguen juntos en la hora del recreo.
Maxi.
